En los artículos «15 formas de mejorar la motivación laboral» y «10 maneras más de mejorar la motivación en el ambiente de trabajo«, compartí 25 ideas para que tu contribuyas con la motivación en el trabajo de sus colegas o de su equipo. En el artículo de hoy, el foco cambia y voy a abordar maneras de mejorar tu motivación laboral, considerando que tu motivación o desmotivación profesional afectan directamente tu calidad de vida, para bien o para mal.
Mi principal objetivo es ayudarle, sin ayuda de superiores o de la empresa, a mirar a sí mismo y buscar formas de mejorar la propia motivación. En este camino, puede ser que pequeños ajustes ya resuelvan tu situación o puede ser que la reflexión te lleve a querer cambiar de organización o de carrera. No voy a discutir en este artículo esas ramificaciones, ¿ok? Eso lo haré en otros artículos.
Mucha cosa de lo que está aquí, la tomé prestada o fui inspirado por uno de los mejores coaches de ejecutivos de la actualidad chamado Marshall Goldsmith. Si te gusta lo que escribo a continuación, sugiero que leas el último libro de Marshall: Triggers, y allí podrás encontrar más detalles sobre cómo tomar las riendas de tu vida y volverte el profesional que aspiras. Me gusta mucho la visión de Marshall sobre cómo debemos responsabilizarnos y actuar. Espero que también te guste.
Existen dos tipos de personas: aquellas que creen que todo lo que les ocurre es de su propia responsabilidad y las otras que creen que todo es de responsabilidad de cosas externas a la misma, como el jefe, la empresa, el gobierno, etc. Es probable que la realidad tenga un poco de ambos.
Si al leer lo que afirmo te identificas mucho con la segunda visión, sugiero que pares de leer este artículo ahora, pues te será de poco valor continuar. Más útil sería ir para el café de la empresa, colocarse en el papel de víctima e ir a reclamar de la organización, de tu jefe, de RRHH, del tiempo. Pero si quieres empezar a cambiar, tener más control sobre ti mismo y pasar a la primera clase, te puedo presentar algunas razones para ello.
Trabajar tu motivación es entender que lo haces para tener calidad de vida y no hay nada peor para tu salud, tus relacionamientos y tu carrera que trabajar desmotivado por mucho tiempo. Créelo, lo sentí en mi propia piel, más de una vez, y sé por experiencia propia, qué doloroso es. Salir de todo eso y reencontrar motivación depende de ti y de tus propias acciones, aunque mucha gente buena pueda ayudarte en el camino (hablaré más al respecto en otros artículos).
Es tu turno. ¡Que comience el juego!
Estudios recientes muestran que personas que encuentran el significado de lo que hacen, y poseen un sentido de propósito son más concentradas, creativas y resilientes. Es decir, el primer punto es identificar su propósito de vida y su propósito profesional.
Infelizmente, ese es un detalle que muchas veces no paramos para pensar, pero es crucial para tu motivación para trabajar, y para la voluntad de alcanzar altos cargos dentro de una organización. ¡Tu necesita saber exactamente lo que cree y lo que le gustaría construir!
Con su propósito muy claro, es hora de evaluar si está alineado con sus actividades y la empresa donde usted trabaja.
Pregúntate: ¿Cuál es el significado de lo que hago? ¿Tiene sentido para mí? ¿Me siento orgulloso de lo que hago? ¿Me complace hablar de lo que hago para mis padres o hijos?
Después, es hora de evaluar la organización: ¿Qué hace esa organización y lo que estoy haciendo dentro de la misma, tiene algo que ver con mis propósitos? ¿Eso me aproxima o me aleja de lo que yo creo? ¿Entra en conflicto con mis valores personales? ¿Me ayuda o me hace difícil alcanzar mis propósitos?
Si las respuestas son positivas, ¡óptimo! Pero si son negativas, tienes un problema estructural de motivación personal entre manos y, posiblemente, sólo vas a resolverlo con un cambio más radical, como por ejemplo, salir de la empresa o cambiar de carrera.
Si tus metas y objetivos dentro de la organización no están claras y, si no sabes lo que tu superior y las personas esperan de ti, entonces, es fácil saber lo que hacer: ¡descubra! No juegue la culpa en su superior o en su equipo. Vaya atrás, alinee las expectativas, defina sus metas y objetivos o hagalas más claras.
Si trabajas de forma autónoma, la sugerencia es igualmente válida. Tener claro dónde debes llegar y lo que quieres alcanzar es un gran motivador, ya que hace palpable tu desafío. ¡Y esa es mi sugerencia!
Una vez definidos tus objetivos, comienza la parte más larga de la historia, que es trabajar para alcanzarlos. Esa es la parte más divertida y cada día cuando estés trabajando, hazte la siguiente pregunta: “¿Hice todo lo que podía para alcanzar mis objetivos, hoy?”. Sugiero que apuntes las respuestas y trates de identificar si los días que sientes que más avanzaste para alcanzarlos, no fueron también los más llenos de energía y, cuando más te sentiste motivado. Puedes comprobarlo.
Trabajé muchos años en el área de ventas y había dos cosas que enloquecían a los vendedores. La primera era ver avanzar el mes sin que ellos conocieran su meta de ventas… La otra era que los días fueran pasando y ver su escaso progreso para alcanzar aquella meta. Un día bien trabajado era un día donde se conseguía anotar un excelente pedido. Y la celebración era una cerveza al fin del día, y por supuesto después, que el pedido entraba en el sistema de la empresa…
Puede ser que no estés sintiéndote feliz en tu trabajo actual, y eso, seguramente no es bueno; pero parar de buscar la felicidad en el trabajo es un problema mucho más grande.
Este sentimiento puede convertirse en una infelicidad crónica o prolongada, trayendo perjuicios aún mayores y muy serios. Es muy probable que afecte a su salud, su bien más precioso, y puede llevarlo incluso a una depresión. ¿Cuánta gente buena no conoces que estás tan o ha pasado por eso?
Si esta es su situación actual, busque, diariamente, pequeñas acciones que puedan ayudarle a sentirse feliz en el trabajo. Puede ser negociar el cambio de área dentro de la empresa; revisar o definir mejor sus objetivos; pedir para trabajar con un nuevo proyecto; o simplemente cambiar de mesa, de salón, de ambiente.
Si la situación persiste, es hora de pensar en cambiar de empresa o de carrera. Las respuestas a esas preguntas diarias es que te van a indicar los caminos que hay que recorrer para ser más feliz en el trabajo siempre.
Estás cercado de gente en el trabajo, ¿verdad? Yo también. ¿Sabes cuáles fueron los días más miserables que ya viví en el trabajo? Fueron los días en los que tuve discusiones o peleé con gente en el trabajo. No importa quien fuera: pares, clientes, subordinados o jefe. Aquel sentimiento amargo permanecía en mi boca y no desaparecía.
Entonces…, da mucho dolor de cabeza construir malas relaciones. Por otro lado, construir buenas relaciones tiene el efecto opuesto y es muy estimulante. Como te sientes bien, las cosas se vuelven más fáciles, más placenteras y puede ser que adquieras nuevos amigos en el proceso.
¿Cuánta buena gente se hizo mi amiga personal y la relación comenzó justamente como compañeros de trabajo? Eso sin mencionar las diversas parejas que se conocieron en el trabajo… Es muy motivador construir buenas relaciones y recomiendo hacerlo, sin restricciones.
Si consigues practicar las otras seis ideas, ¡esta última es realmente la más importante! Al dedicarte de cuerpo y alma a lo que haces, tu motivación laboral alcanzará el punto máximo. Eso ocurre por el hecho de estarás tan ocupado con lo que te deja feliz, realizado y motivado que, cuanto más lo vives, más aprovechas el momento.
Si no logras involucrarte plenamente, puede ser una señal de que alguna o muchas cosas no están bien y mi sugerencia es que vuelvas a repasar las ideas anteriores y que encuentres respuestas por allá. Ya pasé por momentos en que eso era imposible para mí, o sea, dedicarme de cuerpo y alma; y fue justamente al darme cuenta de esto, que percibí que precisaba provocar transformaciones en mi día a día de trabajo.
Como lo mencioné anteriormente, la responsabilidad es toda tuya. La responsabilidad de estar motivado es tuya, pero recuerda que no debes buscar ese logro para la organización en la que trabajas. Debes buscarlo para ti mismo y para aquellos que están cerca de ti y te aman. Esa búsqueda debe ser durante el día a día y no debes quedarte paralizado por el miedo de cambiar. Planifica y avanza con tranquilidad, buscando hacer algo que quieras para involucrarte plenamente. Vivirás días más felices; ¡te lo aseguro!
Crédito primer foto del artículo – Mujer concentrada (Foto: PeopleImages / iStock)