Tener un propósito de vida y actuar en el día a día para que tus acciones estén en sintonía con él, puede ser vital para tu calidad de vida, de tu trabajo y para la relación entre ambos. Más que eso, me parece que la definición de éxito personal y profesional está directamente relacionada al tiempo de tu vida en el que consigues vivir así. Si durante la mayor parte del tiempo actúas de acuerdo con tu propósito, mejores logros tendrás; de lo contrario, más vacío y fracasado te sentirás.
Como veremos a continuación, la implicación de todo esto en tu vida profesional es directa. No es por casualidad que, cada vez más, verás gente buena cambiando la oportunidad de trabajar en grandes organizaciones por el emprendedurismo puro y simples, sea al principio o a lo largo de su carrera.
¿El motivo? Tener una vida más sintonizada con tu proprio propósito. Lo curioso es que tampoco es incomún encontrar personas que, después de jubilarse, pasan a dedicarse a una actividad profesional mucho más conectada a su propósito de vida que a la carrera anterior. Casi que un rescate.
En este artículo, abordo ése que es uno de los temas más especiales para mí. En el próximo artículo, “Como tomar conciencia de tu propósito de vida”, daré algunas pistas de lo que puedes hacer para empezar a descubrir y definir tu propósito en la vida. Ya sufrí mucho en la carrera por dejar de escuchar a mi corazón y seguir por caminos que no me aproximaban a mi propósito. En aquellas ocasiones el sentimiento de vacío era grande, vivía angustiado y las cosas funcionaban apenas de forma parcial.
Muchacho mirando al espejo (Foto: Lighthousebay / iStock)
Me acuerdo como si fuera ayer, de una situación que viví tiempo atrás en el cuarto de baño de un hipermercado. En esa época, yo era gerente de ventas de una multinacional de bienes de consumo y responsable por negociar los acuerdos nacionales con el más grande mayorista del país, otra multinacional.
En medio de una de esas negociaciones, fui al baño y, mientras me lavaba las manos, me miré en el espejo y pensé: “la diferencia que consigo hacer ahora es definir si mi empresa o el cliente tendrán 1 millón de lucro más o menos”. Un juego de perder o ganar.
Después de tomar conciencia de este hecho, sentí un gran vacío y pensé: “¿de qué sirve eso para mi vida?” “No vale nada”, fue lo que me vino a la cabeza. Mi subsecuente reflexión sobre lo que se aprovechaba de aquel momento, fue lo que me llevó a promover mi primer cambio significativo en la carrera.
Siendo así, si estás sintiendo aquel mismo vacío que yo sentí, o aun si no entiendes a lo que me refiero, espero que el artículo de hoy pueda abrirte la mente y, quién sabe, darte ideas para llevar una vida más plena y con más propósito.
Según Patrick E. Mc Knight y Todd B. Kashan, de la Universidad George Mason, en su estudio sobre propósito de vida, “Propósito es un proceso cognitivo que define objetivos de vida y proporciona significado personal. Estimula y organiza metas, gerencia comportamientos y direcciona decisiones diarias, orientando el uso de recursos personales finitos. Vivir de acuerdo a tu propósito, te ofrece una fuente autosustentable de significado.”
Según los mismos autores, propósito no es una condición binaria, donde una persona puede o no tenerla. Al contrario, posee tres dimensiones: alcance, fuerza y conciencia.
Alcance tiene que ver con cuán omnipresente el propósito está en la vida de la persona. Cuanto mayor el alcance, más influencia tendrá en sus comportamientos, en varios contextos distintos de su día a día.
Fuerza puede ser medida en función de la tendencia que aquel propósito tiene de influenciar pensamientos, emociones y acciones dentro de los límites de su objetivo. Cuanto más fuerte, más influencia tendrá.
Conciencia refleja cuánto la persona es consciente y consigue articular su propósito. Una persona está consciente de su propósito en la medida en que el mismo está disponible y visible para ella.
Cuanto más amplio sea el alcance, más fuerte y más claro sea un propósito para ti, más determinante será en su vida. Ignorarlo al tomar decisiones personales o profesionales es lo que genera aquel sentimiento de vacío. Por otro lado, utilizar ese conocimiento y hacer que tu propósito sea como una brújula que indica el camino para los pensamientos que debes nutrir y las acciones que debes tomar en el día a día, puede muy bien ser el secreto para tener éxito tanto en la vida personal como profesional.
Brújula (Foto: / iStock)
Cuando más tus acciones en el día a día estén en armonía con tu propósito, menos dolorida será tu vida y más realizado te vas a sentir.
Si estás persiguiendo tu propósito estarás mejor condicionado, resiliente y preparado emocionalmente para enfrentar las dificultades y sorpresas que la vida te presente.
Si vives una vida con propósito, tus comportamientos y decisiones serán consonantes con el mismo, influenciando inclusive tus elecciones vocacionales.
La búsqueda por el propósito te lleva a una vida más productiva en los aspectos cognitivos, comportamentales y psicológicos, haciendo que superes con mayor facilidad momentos difíciles y traumáticos.
Una vida con más propósito te estimula a querer cuidar bien a ti mismo, para poder aprovecharla mejor.
Al cuidarte mejor, sentir menos estrés y recuperarte más rápido de eventos traumáticos, reduces el riesgo de enfermedades, mejoras el sueño y pasas a vivir una vida mucho más sana.
Todos esos factores contribuyen para una vida más larga y de mejor calidad. Hay, incluso, estudios que identifican el importante papel que el propósito de vida tiene en el mantenimiento de la capacidad física entre adultos mayores. Dos factores evaluados son el apretón de manos y el ritmo de caminata. Uno de esos levantamientos mostró que las personas que relataron vivir una vida con más propósito tuvieron una reducción de 13% en el riesgo de desarrollar un apretón de mano más débil y, de 14% en el riesgo de caminar más lentamente.
Trekking entre amigas (Foto: Swissmediavision / iStock)
Finalmente, intenta recordar a las personas que conoces que viven su día a día actuando y tomando decisiones basado en su propósito de vida. ¿Cómo son? ¿Más o menos felices? ¿Más o menos realizadas? ¿Tienen más o menos salud? ¿Están en paz o en conflicto?
Si, así como cuando yo estaba en el cuarto de baño del hipermercado, llegas a la conclusión de que tus elecciones profesionales, o personales, no tienen nada que ver con tu propósito de vida, es el momento exacto para hacer una reflexión profunda y evaluar si podrías vivir otra vida más feliz, de mayor bienestar y con más salud.
Coraje para realizar esa transformación es lo único que vas a precisar, pero de corazón puedo asegurarte de que vale la pena. ¡Adelante! ¿Tienes algo que perder?
Crédito primer foto del artículo – Surfista (Foto: AleksandarNakic / iStock)
